Nos encontramos a inicios de un año electoral, en la que nuevamente seremos actores y espectadores del show promocional y publicitario que iniciarán los candidatos para seducir a la mayor cantidad de electores. No obstante, después de las experiencias vividas en nuestra región, debemos proyectar y definir desde hoy las cualidades, requisitos y perfiles que deben tener nuestros futuros gobernantes.
En la actualidad, la gestión de Mauricio Rodríguez ha demostrado poca eficiencia en materia de gasto, en promedio, en estos cuatro años de trabajo (2011 – 2014), invirtió el 24.8% de los recursos para obras y proyectos sociales (según el Ministerio de Economía y Finanzas), no hubo una significativa inversión en los sectores estratégicos para el desarrollo como; educación, salud, infraestructura, producción - industria, telecomunicaciones, entre otros.
Respecto a los municipios, corresponde mencionar que en estos cuatro años, la mayoría se dedicó a tutelar los limitados montos para gastos de inversión, lamentablemente no se hizo mucha gestión de nuevos recursos ante el Poder Ejecutivo y organismos internacionales, como lo haría un gobierno local proactivo. Respecto al gobierno nacional, la pregunta sería ¿Hay alguna obra importante de infraestructura emprendida por Ollanta Humala en la región? Penosamente hay puro gasto social, y todavía mal focalizado.
Es momento de enfocarnos en grupos políticos y candidatos que al final de sus periodos nos ofrezcan resultados realmente importantes para nuestro desarrollo, un gobierno que sueñe, crea, se atreva y haga las cosas en base a una visión de largo aliento, no sólo se limite a su espacio de gestión. Necesitamos un gobierno que se comprometa con las cuatro variables básicas de la gerencia pública/privada.
Primero que sea líder, para que los trabajadores del Gobierno Regional o Municipal se sientan comprometidos y satisfechos con la gestión, pues con este logro, ellos ofrecerán un mejor servicio al pueblo y harán las obras con eficiencia, eficacia y calidad, por lo tanto habrá un reconocimiento y lealtad social, finalmente se forjarán mejores resultados en todos los aspectos.
Necesitamos un gobierno que además de invertir, haga alianzas estratégicas con el sector privado para mejorar nuestros deficientes indicadores en ciencia y tecnología, educación, salud, infraestructura, telecomunicaciones, turismo, manufactura y otros aspectos del desarrollo, para ello no sólo basta hacer, sino arreglar y aprender. Un gobierno que en la práctica administre junto al pueblo y el sector privado, y no sólo con sus amigotes.
Michael Porter & Mark Kramer señalan que las utilidades que involucran un propósito social representan una forma de capitalismo más elevada, entonces una gestión pública que se oriente en mejorar la calidad de vida de su pueblo, será un gobierno más comprometido con el desarrollo en todos sus aspectos.
Oído a la música y votemos mejor en estas nuevas elecciones regionales y municipales, basta de cuentos, demagogia barata e ideologías separatistas y trasnochadas, busquemos la unión y una gestión enfocada en grandes resultados.
(*) edgarcutipa@gmail.com
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