martes, 21 de junio de 2011

El ensueño del invierno


Se levantó a la hora de siempre, se retorció en la cama, encendió el televisor y se entero de las noticias tal como lo hacia todas las mañanas, luego de desayunar continuó mirando la tele hasta terminar la sección deportiva y antes de salir de casa esperó a que dieran el pronóstico del tiempo y supo entonces que en Puno habría mucho frio, más de lo acostumbrado, y dedujo entonces que sería un día glacial y tal vez problemático. Entonces se dirigió al armario y se dijo así mismo, sacaré el abrigo café que me regalo María.

Con una voz melancólica escuchó a su madre decir ¿A qué hora vendrás a almorzar? Cerca de la una y media respondió, bueno, mucha suerte, que te vaya bien. Salió de su casa antes de las siete, camino unas dos cuadras y tomó la combi para dirigirse al trabajo, dentro del vehículo la gente lo observó y avergonzado se puso a revisar los mensajes del celular, sonrió lozanamente luego de revisar una y otra vez los correos de la novia, el amor parece haberlo flechado en pleno invierno. Antes de ingresar a la oficina, especuló sobre las tereas de ese día y se dijo, al termino del jornada culminaré todos los quehaceres.

Disculpa, sintió que le dijo alguien desde la otra oficina, volteo inmediatamente porque hacía tiempo que no le dirigían la palabra tan exacerbadamente. ¿Si, dígame? La empresa se viene abajo, la producción en los últimos meses ha bajado, hay muchas vacilaciones, por eso decidí hacer descuentos y ampliar los horarios, y nada de reclamos dijo su jefe, váyase al averno susurró sollozo en el pasillo, se dirigió al escritorio y comenzó a realizar las tareas pendientes. Puso música a volumen moderado y nuevamente pensó en los mensajes de la enamorada, sonrió y siguió adelante.

Después del receso del medio día, presenció una fuerte ventisca, se dirigió a la casa, y nuevamente su mamá lo sorprendió con un exquisito almuerzo. Esto sí vale la pena, muy delicioso vociferó, la madre muy contenta lo despidió otra vez, ya la segunda vez durante el día, que te vaya bien, suerte… Ingreso al trabajo y al término de la jornada recordó las órdenes del jefe y se dijo, hoy llegare más temprano a casa para despertarme antes del alba. Pero antes de terminar el día, buscó a la novia, ella se quejó del frio y él le propuso tomar una bebida caliente, a tanta insistencia finalmente aceptó, bueno, vamos. Antes de dejarla, le expresó todos sus sentimientos y ella se iluminó, la noche estaba en su clímax, el frio fue más enérgico, pero ya eso no importaba, porque estaba muy entusiasmado.

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