lunes, 16 de mayo de 2011

¿El veto a la minería?


Por Edgar Cutipa Quispe
E-mail: edgarcutipa@gmail.com
 
A raíz de las distintas protestas sociales registradas en nuestro país en contra de la actividad minera, varios medios de comunicación, funcionarios del Estado y especialistas pronunciaron un sinfín de versiones sobre las posibles soluciones a la actividad extractiva y su impacto en el medio ambiente y la sociedad, sin embargo; muy pocos voceros del gobierno y el Congreso de la República salieron a exponer las acciones que se adoptarán para apaciguar el  ánimo de la población que hoy está en  pie de lucha,  contra la industria minera.

En su reporte de conflictos sociales (número 86) del mes de abril (2011, la Defensoría del Pueblo, informa que hay un total de 233 movimientos sociales en el país, de ellos el 50,2% (117) corresponde a conflictos socio ambientales, es decir, con alguna vinculación a los proyectos o empresas extractivas mineras y de hidrocarburos, le siguen los conflictos por asuntos de gobierno local con 11,2% (26 casos), y los conflictos por asuntos de gobierno nacional con 10,3% (24 casos).

Como se aprecia hay una cantidad significativa de medidas de protesta, principalmente focalizadas en contra de la minería, ¿Acaso la principal razón,  es la desinformación y la mala utilización política de los dirigentes?;  Porque en gran medida, al momento del dialogo, las masas sociales tienen una sorprendente predisposición para hallar una salida pacífica al problema, pero casi siempre hay alguna voz que no quiere ningún tipo de dialogo, por eso es necesario e importante redoblar esfuerzos para comunicar bien y escuchar mejor.

La voz más importante del gremio minero es la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), y es esta institución la que ha venido propulsando algunas soluciones a los conflictos y publicando información sobre los beneficios de la minería, algo que el gobierno sigue sin formularlo eficientemente.

No cabe dudas que nuestro país, se ha convertido en una nación de demostrado potencial minero, este sector representa más del 60% de las exportaciones, más del 40% del Impuesto a la Renta (IR) proviene de las mineras, el rubro se ha convertido en la principal fuente para financiar proyectos de desarrollo a través del canon y otras contribuciones, y también contribuye como impulsador del sector construcción y por ende, participa activamente en la contratación de mano de obra.

La cartera de proyectos en el sector hidrocarburífero del Perú en los próximos años alcanza los US$ 9,000 millones, una cifra muy elevada si la comparamos con los US$ 329 millones de 1996, mientras que la cartera de la inversión minera bordea los US$ 42,000 millones según el MEM (Ministerio de Energía y Minas), mientras que Chile sigue llevándonos la delantera porque su cartera de proyectos mineros alcanza los US$ 50.000 hasta el 2015, y posee una cartera de inversión en proyecto energéticos proyectada de US$ 28,589 millones (según entidades gubernamentales de Chile).

El Perú figura dentro de los países más atractivos desde el punto de vista del potencial geológico (según el Fraser Institute Survey 2006/2007) con 76 puntos en una escala del uno al 80, solo igualado por Chile y secundado por México y Brasil. En los últimos 10 años obtuvimos inversiones por US$ 11,379 millones, sólo el 10% del territorio con potencial minero ha sido explorado, ocupamos el segundo lugar en América Latina y sexto en el mundo en inversiones en exploración. El Perú se ha convertido según U.S.Geological Survey-USGS en el primer productor de oro, zinc, estaño y plomo a nivel latinoamericano; y, a nivel mundial, es el primer productor de plata y segundo productor mundial de cobre.

La región de Puno por ejemplo posee 16 unidades mineras en operación y 69 proyectos en exploración, que ocupan el 1.40% del territorio. La Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) señala que hay 326 pequeños productores mineros y 239 pequeños productores artesanales, esta jurisdicción tiene un importante potencial minero, se ubica en el tercer lugar a nivel nacional en cuanto a reservas de zinc, cuarto en plata, sexto en oro, décimo quinto en cobre y posee cantidades exorbitantes de uranio (aún no determinados).

Ante este panorama, ¿Como negarnos la posibilidad de aprovechar correctamente nuestros recursos naturales? , ya que, debidamente utilizados podría impulsar nuestro desarrollo, es cuestión de aplicar las reformas que aún se esperan. Ya se viene hablando con fuerza sobre la aplicación de un impuesto a las sobreganancias mineras, que fue incluso avalada por el Banco Mundial, lo que está en discusión es si se emplea a la productividad o a la utilidad de las compañías extractivas.

De igual manera, se debe impulsar una reforma legal en cuanto a mejorar los estándares para la evaluación de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) de estas empresas, tal vez incluyendo algunos alcances de los esquemas del Banco Mundial, como lo vienen recomendando las organizaciones ambientalistas, pero lo más importante, desde nuestra óptica es mejorar los canales comunicantes entre Estado, empresa y sociedad, si ninguno de estos sectores entiende la importancia de la minería para el país, muy pocas cosas mejorarán, los conflictos sociales se dan en buena cuenta por la mala información y por la pasividad de las mineras frente a la contaminación al medio ambiente. Busquemos un desarrollo sostenido y sustentable en la explotación de los recursos naturales.

¿Cuánto exportó Puno en el 2010?


Por Edgar Cutipa Quispe

Cada fin de año y al comienzo de otro periodo, todos hacemos algunas evaluaciones y análisis de lo obtenido hasta el momento, pero siempre reflexionando sobre los logros de un año más de ardua labor. En esa tendencia, es casi ineludible analizar sobre nuestro andar en la parte económica como sociedad cohesionada y altiplánica, nuestra región (Puno) en el 2010 exportó un total de 527 millones 100 mil dólares, un 50,9% más a lo obtenido el año precedente (2009 - US$ 359,0 millones).

Estos datos se desprenden de los estudios mensuales que realiza el Banco Central de Reserva (BCR) sobre la actividad económica de nuestra región y el país. Lo preocupante es que el 98,9% de nuestras ventas al exterior están representados por productos tradicionales, es decir, minerales y otros commodities, nuestro principal bien exportado es el oro, estaño y en productos agropecuarios el café, este último creció en más de 140%, seguramente por la buena performance del café Tunki, considerado el mejor del mundo.

Si hablamos de mercados, Suiza fue el principal comprador con el 81% de participación, pero solamente nos adquirió oro (materia prima), pues esta nación es uno de los principales exportadores de joyas y relojes de lujo en el mundo, como los Rolex, Adee Kaye, Audemars Piguet, Bulgari, Cartier, Corvette, Ebel, Frederique Constant, Geneve, Montblanc, Paul Picot, Rado, Swatch, Swiss Army y Tissot, solo para citar algunos. En segundo término esta Colombia (14%), con la compra de estaño, seguido por otros productos (7,9%).

El 2010 nuestra región logró sobrepasar el 1% del total nacional, llegando a representar el 1,5% del universo de exportaciones de nuestro país, cuyos envíos alcanzaron los 35,402 millones de dólares, 31.1% más respecto a similar período del año anterior. Luego de estos resultados, sin duda, cabe realizar una profunda reflexión sobre nuestro papel primario exportador, continuamos dependiendo de los metales, aún no se promueve la transformación de nuestros productos regionales, por lo menos, no a gran escala, ¿Qué debemos hacer para que este panorama cambie?

Qué hacer
Desde distintos sectores empresariales hay necesidad de capacitación especializada, acceso a mercados, asistencia técnica, desarrollo de productos y financiamiento oportuno y a la medida. Estas brechas deben ser cubiertas por las instituciones públicas y privadas con competencias en los ítems descritos líneas arriba, también es indispensable que nuestras autoridades regionales y locales puedan promover las inversiones privadas en el altiplano, no es posible que aún sigamos oponiéndonos a algunos proyectos privados, pero con respeto a las normas ambientales y sociales.

También es necesario mejorar los factores físicos (infraestructura precaria, telecomunicaciones deficientes), factores económicos (economías de subsistencia, mercados restringidos, elevados costos de transacción, deseconomías de escala, débiles procesos tecnológicos), factores socioculturales (informalidad, analfabetismo, pobreza, discriminación y maltrato, exclusiones de género) y factores institucionales, tales como;  limitada visión estratégica de los negocios, debilidad de promoción, decisiones concentradas en instituciones y no en los actores.

 


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